doxa.comunicación | 28, pp. 37-53 | 39

enero-junio de 2019

Maria Manuela Magalhães Silva, Dora Resende Alves y María João Ferreira

ISSN: 1696-019X / e-ISSN: 2386-3978

La UE intenta cada vez más sensibilizar sobre los derechos de la ciudadanía, fomentando la participación cívica de los jóvenes donde el mayor uso de la tecnología puede conducir a un mayor grado de aceptación.

Además, el uso de las nuevas oportunidades creadas por la tecnología ha abierto nuevas perspectivas a la participación po-lítica de los ciudadanos, permitiendo que sus aportaciones lleguen al sistema político (Gil de Zúñiga, Huber y Strauß, 2018), principalmente a través del uso de las redes sociales (Marcos García, Alonso Muñoz y Casero-Ripollés, 2017). El objetivo de este trabajo, sin embargo, se centra en la Iniciativa Ciudadana Europea (ECI, en inglés)

En la actualidad, disponemos de nuevas herramientas tecnológicas que facilitan un nuevo ámbito de participación ciuda-dana, con un gran potencial político (Chadwick, 2017), aunque aún no puede afirmarse que estas sean exitosas a la hora de llevar a cabo un ejercicio individual, legítimo e informado (Aguilera y Casero Ripollés, 2018).

El Tratado de Lisboa estableció el derecho a la Iniciativa Ciudadana Europea. Permite a los ciudadanos de la UE, de al me-nos siete Estados miembros, invitar a la Comisión Europea a presentar propuestas legislativas en ámbitos de competencia de la Unión Europea como condición legal para su admisibilidad. El objetivo es implicar activamente a los ciudadanos en la toma de decisiones, ofreciéndoles una forma indirecta de iniciativa legislativa. Hasta la fecha, más de 9 millones de ciu-dadanos europeos han firmado una Iniciativa Ciudadana Europea.

Es sólo después del proceso de registro cuando sus organizadores inician el proceso de recogida de apoyos a la propuesta, la cual necesita del apoyo de un millón de ciudadanos de al menos una cuarta parte de los Estados miembros de la UE. Se trata de una invitación para que la Comisión actúe ante la presentación de propuestas legislativas. Hasta ahora, con cuatro casos muy diferentes que cumplían todos los requisitos, no hay aún ninguna iniciativa plenamente satisfactoria que haya dado lugar a una propuesta legislativa concreta. Sin embargo, es un instrumento de futuro y de gran trascendencia demo-crática a tener en cuenta, como señala la metodología de análisis crítico documental y legislativo seguida.

La ICE está totalmente operativa pero es posible evaluarla y mejorarla, y su revisión y simplificación está en curso, con el fin de hacerla más fácil de utilizar y más accesible a los ciudadanos.

Las tecnologías de la información (TI) son la esencia de las organizaciones modernas, en general, y los cambios en este campo se producen a un ritmo vertiginoso, deteniendo el desarrollo de los modelos tradicionales y obligando a las organi-zaciones a implementar nuevos modelos, nuevas formas de trabajar y (Schuelke-Leech, 2018). En este contexto, la Comisión Europea (en inglés, EC) no ignora la relevancia y las transformaciones inherentes al uso de las TI - ente las cuales se incluye Internet con todo su potencial, a saber; el acceso a la información, la comunicación y la colaboración en el trabajo (Murray, 2016)- y ha incluido su utilización en varias áreas. Un ejemplo de ellas es una plataforma desarrollada y puesta al servicio de los ciudadanos la cual permite a estos participar fácil y eficazmente en las políticas que afectan a sus vidas, incluyendo las peticiones promovidas por la propia CE o por cualquier ciudadano u organización perteneciente a la CE. El resultado es una democratización del instrumento hasta el punto de que la participación ciudadana se vuelve más fácil y agradable.

La integración de las tecnologías para estimular la participación activa de los ciudadanos requiere la comprensión por parte de estos de los medios tecnológicos y de las iniciativas apoyadas por las plataformas on-line puestas a su disposición. En este sentido, las preguntas de investigación que deben responderse son las siguientes: “¿Están los ciudadanos, en el contexto de la iniciativa “ciudadanos europeos”, (1) utilizando la plataforma para nuevas peticiones? y (2) ¿ha aumentado su uso con el paso del tiempo?” Estas preguntas se justifican por la inexistencia en la literatura de trabajos de investigación similares.