Colorio, Andrea2022-04-072022-04-072021-05-01http://hdl.handle.net/10637/13625En: Arbitraje: revista de arbitraje comercial y de inversiones. eISSN. 2603-9281. vol. 13, n. 1, 2021, pp 219-245Los árbitros internacionales deben ser imparciales e independientes. Mientras la independencia se refiere a la falta de relaciones con una parte que pueda influir en la decisión de un árbitro, la imparcialidad se refiere específicamente a la ausencia de sesgo o predisposición hacia una de las partes. Sin embargo, los resultados obtenidos de forma experimental muestran que los árbitros internacionales tienden a tomar decisiones que a menudo son predominantemente intuitivas e influenciadas por ilusiones cognitivas pasadas. Parece haber, en particular, límites sustanciales implícitos de naturaleza inconsciente, cognitiva y cultural que condicionan su acción; según algunos estudiosos, la toma de decisiones de los árbitros sería igualmente propensa a verse afectada por prejuicios subconscientes que podrían tener un efecto distorsionador en la toma de decisiones que por prejuicios conscientes. Estos límites son extremadamente difíciles de probar empíricamente y, por lo tanto, eluden la detección cuando se investigan con metodologías comunes. Ahora, gracias a los estudios más recientes en el campo de la neurociencia cognitiva –que han comenzado a proporcionar a los académicos datos significativos con respecto a una comprensión de la toma de decisiones humana basada en el cerebro– y al uso de herramientas como la resonancia magnética funcional (IRMf), ha llegado el momento de preguntarnos no solo si el concepto mismo de sesgo en el campo del arbitraje internacional debe ser revisado, sino también si existe una evaluación “objetivamente” imparcial desde un punto de vista neurocognitivo.International arbitrators should be impartial and independent. While independence relates to the lack of relations with a party that might influence an arbitrator’s decision, impartiality specifically concerns the absence of a bias or predisposition toward one of the parties. However, results achieved on an experimental basis show that international arbitrators tend to make decisions that are often predominantly intuitive and influenced by past cognitive illusions. There seem to be, in particular, implicit substantial limits of an unconscious, cognitive and cultural nature that condition their action; according to some scholars, arbitrators’ decision-making would be equally prone to being affected by subconscious bias that might have a distorting effect in decision-making as by conscious bias. These limits are extremely difficult to prove empirically and, therefore, evade detection when investigated with common methodologies. Now, thanks to the most recent studies in the field of cognitive neuroscience –which have started to provide scholars with significant data with regards to a brain-based understanding of human decision-making– and the use of tools such as the Functional magnetic resonance imaging (fMRI), the time has come to ask ourselves not only whether the concept itself of bias in the field of international arbitration needs to be revisited, but also if an “objectively” impartial evaluation actually exists from a neurocognitive point of view.application/pdfspArbitration and neuroscience in the context of arbitral decision-making : and more?.Artículohttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/deed.es