La reforma necesaria del proceso civil.

Abstract

Desde la aprobación de la Ley de Enjuiciamiento Civil en 1881 son muchas las reformas que se han hecho de dicha Ley. Muchas de ellas reformas de detalle y algunas de mayor amplitud. La más importante de ellas es la que se hizo en 1984, más de un siglo después de su entrada en vigor. Asimismo son innumerables las normas legales de naturaleza procesal civil que en estos ciento dieciocho años se han dictado. Sin embargo, durante todo el presente siglo, aunque la posibilidad de acometer una reforma global de la Ley de Enjuiciamiento Civil fue debatida, jamás se llegó ni siquiera a iniciar dicha reforma. En buena medida, porque, aunque se tenía conciencia de los defectos de la Ley de Enjuiciamiento Civil, existía también apego a la tradición. Todavía hace pocos años, la necesidad de elaborar una nueva Ley de Enjuiciamiento Civil no constituía la opinión dominante en el seno de la doctrina procesalista ni entre el conjunto de las profesiones forenses del país ni, en fin, entre los responsables de la política jurídica. La justificación de la necesidad de elaborar y dictar una nueva Ley de Enjuiciamiento Civil puede ser condensada en dos afirmaciones: 1 ª) La Ley de Enjuiciamiento Civil era una Ley sumamente defectuosa ya en el momento de su aprobación. 2ª) Durante el presente siglo el ordenamiento procesal civil español ha sido conducido a una situación casi caótica.