Abstract
A lo largo de la historia, el trazado de los planes urbanísticos genera “costuras” entre la ciudad y el campo, definiendo un contorno cambiante. En esta superposición de épocas y formas aparecen fronteras (a veces nítidas, a veces difusas) que podríamos considerar paisajes de “aproximación” a la ciudad; los paisajes que se perciben y se recorren cuando la ciudad es considerada como destino o como punto de partida. En esta comunicación se pretende rastrear estas líneas de sutura, continuidades y discontinuidades, en la zona noroeste de Madrid, a través del análisis gráfico crítico de la cartografía histórica (principalmente de los siglos XIX y XX) en concordancia con documentación histórica de diversa naturaleza (fotografías antiguas, descripciones de época, historia urbana y de la arquitectura, etc.). El borde noroeste de Madrid fue una de las últimas áreas en urbanizarse y extenderse a finales del siglo XIX, manteniendo una imagen con gran predominancia de la naturaleza hasta comienzos del siglo XX. Se trata, pues, de un paisaje típico de transición naturaleza-ciudad, ruralurbano, que ha conservado casi intactos hasta nuestra época factores paisajísticos determinantes de esta dualidad.