El capítulo analiza cómo el concepto de vivienda ha evolucionado a lo largo del tiempo, acumulando diversos adjetivos que reflejan las ideologías y necesidades de diferentes épocas, mostrando cómo la vivienda ha sido vista no solo como un espacio físico, sino también como un indicador de valores sociopolíticos y económicos. Estos adjetivos, aunque útiles para entender las transformaciones en el concepto de vivienda, también pueden vaciar de contenido el término "vivienda" en sí. La vivienda adjetivada se convierte en un reflejo de las presiones del mercado, la economía y la política, y su estudio permite rastrear los intereses y preocupaciones de la sociedad en diferentes momentos históricos.