Abstract
La mejora estética proporciona satisfacción humana y un incremento en la autoestima personal. Resulta comprensible e incluso deseable el embellecimiento para sentirse mejor y más aún si ha habido una herida, un accidente o si existe un defecto físico congénito. Es un hecho que cada vez más personas en el mundo se embellecen o se dedican a embellecer a otros. La belleza está más de moda que nunca. Pero como es tan grande y sublime, si se enclaustra en un molde único, en un estereotipo o icono de moda, se queda sin aire. La autenticidad de la belleza no debería banalizarse encajándola en una única talla, o identificándola con una selecta celebrity que la encarne espectacularmente. Uniformar la belleza o hacerla depender de unos parámetros prefijados arbitrariamente es poner un gran obstáculo para que pueda expresar la totalidad de su verdad y de su bondad. A través de la publicidad, los mass media y algunas clínicas estéticas, se está difundiendo un nuevo concepto de belleza que representa una visión unidimensional de la persona, reduciéndola solo a physis. El cuerpo humano se convierte en una plataforma física, en un campo de experimentación aislado donde se puede intervenir de cualquier modo y cuanto se desee con tal de conseguir el icono de moda, por cierto, inalcanzable para la mayoría de personas. Si la belleza es un bien y un encanto para el hombre, ¿por qué convertirla en una fuente de sufrimientos imponiéndole un icono que acaba fragmentando a la persona que lo busca ansiosamente. / The aesthetic improvement provides human satisfaction and an increase in personal self-esteem. It is understandable and even desirable embellishment to feel better and even more if there has been a wound, an accident o if there is a congenial physical defect. It is a fact that more and more people in the world embellish themselves or dedicate to embellish others. Beauty is more fashionable than ever. But as it is so great and sublime if it is cloistered in a unique mould, in a stereotype or fashion icon it is left without air. The authenticity of beauty should not be banalized by fitting it into a single size, or by identifying it with a select celebrity that spectacularly embodies it. Standardizing beauty or making it depend on arbitrarily predetermined parameters is putting a great obstacle so that it can express the totality of its truth and its goodness. Through advertising, the media and some aesthetic clinics, is spreading a new concept of beauty that represents a one-dimensional vision of the person, reducing it only physis. The human body becomes a physical platform, an isolated field of experimentation where you can intervene in any way and whatever you want to get the icon of fashion, by the way, unattainable for most people. If beauty is a good and a charm for man, why make it a source of suffering by imposing an icon that ends up fragmented to the person who look anxiously it?.