Abstract
En 1962, Raili y Reima Pietilä ganaron el concurso convocado para la construcción del conjunto residencial de Suvikumpu, en Tapiola, con una propuesta a contracorriente que logró abrir un debate social sobre los principios que habían orientado el desarrollo de esta ciudad experimental finlandesa durante los años cincuenta. Sin embargo, este proyecto, también contribuyó a situarlos intelectualmente en la solitaria tierra de nadie abierta entre el organicismo liderado por Aalto y el colectivo de arquitectos constructivistas que aspiraban a conformar una alternativa racional como contrapeso de la subjetividad e individualismo que apreciaban en el trabajo del maestro. El presente artículo analiza, a través de dicha propuesta, el ejercicio de una reflexión crítica sobre la arquitectura que no se plantea desde una voluntad explícita de ruptura, sino como la búsqueda de una síntesis capaz de reunir polaridades escindidas: lo objetivo y lo subjetivo, lo individual y lo colectivo. Una reflexión abordada desde la disidencia y la libertad de pensamiento, que en su caso se concretó en la exploración de alternativas viables capaces evidenciar la insuficiencia de las soluciones que se nos presentan como las únicas avaladas por la razón o por la experiencia. Un ejercicio, en definitiva, que aun hoy nos muestra la capacidad operativa de las alternativas para contribuir a una transformación positiva de la realidad. / In 1962, Raili and Reima Pietilä won the competition for the construction of the Suvikumpu housing development in the town of Tapiola with a design that bucked contemporary trends and prompted public discussion about the guidelines that had underpinned the development of this experimental Finnish town in the 1950s. This project, however, also helped situate the Pietiläs in the intellectual no man’s land between the organic architecture championed by Aalto, and the group of constructivist architects seeking to create a reasonable alternative that could offset the subjectivity and individualism they observed in the master’s work. By examining the Pietiläs’ design, the present article offers an insight into the process of critical thinking about architecture – not from the perspective of a deliberate attempt to break away, but as a search for a synthesis able to reunite polarities driven asunder: objective and subjective considerations, individual and collective concerns. An approach broached from viewpoints of dissidence and freedom of thought – which in the case of the Pietiläs consisted of exploring feasible alternatives able to reveal the failings of solutions put forward as the only ones endorsed by reason or experience. In short, an exercise which, even today, demonstrates how alternatives can effectively help change the world for the better.