Abstract
Las narrativas inmersivas se nutren de la grabación 360º y de la realidad virtual, dos recursos que permiten generar sensación de presencia en escena. Aunque la realidad virtual se caracteriza por la interacción, inmersión e imaginación, en los vídeos 360º la inte-racción con el entorno se limita a la rotación del receptor sobre sí mismo. Entonces, ¿en estos vídeos el usuario tiene un rol activo en la información o mantiene su posición de observador pasivo? Este estudio analiza las estrategias seguidas por el laboratorio de inno-vación de Radiotelevisión Española en sus contenidos para generar ilusión de presencia. El objetivo es intentar vincular, precisamente, la inmersión en escena con la conversión del receptor en un actor activo en el relato.