A pesar de lo novedoso del concepto de periodismo ciudadano existen ya numerosas propuestas para tratar de rentabilizar de un modo u otro este tipo de periodismo y el creciente interés de los públicos por participar en el proceso de la comunicación pública. El presente artículo analiza dos propuestas muy diferentes de medios cívicos singulares: Triangle en EE.UU y Bottup en España. Un vasto trabajo de observación participante en los dos medios nos permite llegar a la conclusión de que ambos creen en el periodismo participativo como fórmula para salir de la crisis del sector, aplicando fórmulas imaginativas donde el ciudadano siempre se sitúa en el centro del proceso comunicacional.