Abstract
En el presente trabajo se ha evaluado el efecto producido sobre diversos parámetros fisiológicos indicativos de salud ruminal, de la utilización de una mezcla homogénea de alimento concentrado y forraje, como sistema de alimentación para la finalización, o cebamiento, del toro de lidia, comparándolo con un lote de animales testigo mantenidos en extensivo y otro de individuos alimentados siguiendo el sistema tradicional, basado en la administración de alimento concentrado y forraje por separado. Para ello se tomaron muestras de la mucosa ruminal y del contenido del rumen de los animales inmediatamente después de su sacrificio para el análisis histológico de dicha mucosa y la determinación del pH ruminal. En el conjunto de los animales se observaron valores de pH compatibles con el padecimiento de una acidosis ruminal crónica (pH= 6,09 ± 0,49), siendo significativamente menor en los individuos alimentados con el carro mezclador (pH= 5,96 ± 0,43). Ambos métodos de manejo de la alimentación conducen a la formación de papilas de longitud reducida (43,09 ± 23,18 %) y excesivamente engrosadas (441,66 ± 140,74 μm). Además, se aprecia un efecto negativo de las dietas en las que el forraje se ofrece incorporado al concentrado, presentando abundantes pérdidas de materia con soluciones de continuidad en el epitelio del rumen y una cantidad importante de células en vías de degeneración. Esto puede ser debido al resultado pernicioso de la trituración excesiva del forraje, escaso tamaño de partícula, disminuyendo el efecto estimulante de la rumia y salivación. Por otra parte, el tiempo de cebo parece influir negativamente sobre la morfología de la papila ruminal en periodos mayores a 6 meses, mostrando un mayor acortamiento de su longitud.