El trabajo expone algunas de las principales aportaciones del mensaje social cristiano relacionadas con la actividad económica. Se centra en las diferencias entre propiedad privada de lo necesario y de lo superfluo; en las características del trabajo y del salario justo; en la concepción integral del desarrollo humano; en la novedad de la ecología integral; y en cómo el amor puede estar presente en las relaciones entre las personas que trabajan en una empresa. La base de todo ello es una antropología teológica relacional e integral: la relación con Dios, conmigo mismo, con los demás y con el planeta.